Posiblemente, una de las mejores maniobras políticas de la gran patronal del Marco (fundamentalmente de las grandes casas como los Osborne, Terry, Domecq, González Byas, Garvey, etc.) fue la propuesta de hacer fijos a un número determinado de trabajadores en función del número de aranzadas cultivadas, con el objetivo de dividir a los viticultores. (…) Esta propuesta, realizada en el marco de la negociación del Convenio Colectivo de 1961, suponía un ataque en la línea de flotación del movimiento obrero, ya que garantizaba la contraposición de intereses entre los eventuales y los fijos y, por consiguiente, rompía la unidad que habían mantenido hasta el momento. Los dirigentes obreros, conscientes de ello, la contrarrestaron exigiendo que fueran fijos “o todos o ninguno” (Martínez Foronda. La conquista de la libertad. Historia de las CCOO de Andalucía 1962-2000, 2005, pag. 94).
Como se lee en la cita anterior, en la negociación del convenio de 1961 los representantes de los viticultores del Marco de Jerez rechazaron la propuesta de los señoritos de hacer fija a una parte de los trabajadores para evitar divisiones en la plantilla. Hoy lamentablemente los representantes de CCOO han olvidado los valores que inspiraron a su sindicato. En el Servicio de Ayuda a Domicilio de El Puerto de Santa María, se ha permitido y favorecido la división de las alrededor de 70 trabajadoras en diversos subgrupos, cada cual con condiciones y derechos diferenciados, mientras una parte de las más antiguas, afiliadas a CCOO, disfrutan de las mejores condiciones en jornada, estabilidad y horarios.
A la división de intereses a causa de los acuerdos del Comité de empresa con CLAROS, hay que sumarle la falta total de sentido de unidad sindical y el ataque indiscriminado hacia los otros dos sindicatos presentes en la empresa: USO y CNT. En CLAROS SCA se han lanzado rumores falsos sobre el carácter “violento” de la CNT, se ha afirmado falsamente que la representante de la USO deseaba reunirse por separado con la empresa para hacer propuestas que no habían pasado por la asamblea y se ha negado información a los otros sindicatos para entorpecer su actividad.
Ni CNT ni USO ha planteado nada al margen de las asambleas. Sabemos que las asambleas son sagradas. Y eso que las asambleas han estado manipuladas por CCOO, que ha dado información falsa sobre nosotros y sobre el ERTE que se estaba negociando, y ha vetado la asistencia al asesor de CNT mientras ha permitido asistir y hablar a los maridos de las trabajadoras (seguramente afiliados a CCOO). Lo único que sí dijo la representante de USO a título personal fue que sea lo que sea lo que se aplique a las trabajadoras debe ser a todas por igual, y que a ella personalmente no le gustaba el sistema de turnos 4×3.
Desde las secciones sindicales de CNT y USO apostamos por lo mismo que defendieron los fundadores de las CCOO: la igualdad y la unidad en las plantillas. No se trata de “igualar a todas a la baja” como queréis hacer creer, sino quizá, de establecer un sistema de promoción para que todas, tarde o temprano, podamos disfrutar de unos mismos derechos. ¿Tan difícil es eso de entender? Igualdad y unidad, se trata tan sólo de eso. Recapaciten.
El final de la carta expresa el conflicto. De una plantilla de 70 trabajadores menos del 10% tiene jornada completa por proceder de aquellas que fueron contratadas directamente por el ayuntamiento. De llevarse a cabo lo que se pide en la carta abierta lamentablemente se puede perder casi la mitad de los empleos y, efectivamente la asamblea es soberana y todo se somete a voto. No hablo por voz de CCOO y espero que un sindicato libertario al que tanto respeto no me impida nunca expresar mi punto de vista sobre el conflicto de Claros, de hacerlo otro sindicato me hace dudar y siguiendo el tenor de la carta he reflexionado sobre el asunto, ahora le toca a CNT.
La propuesta no es hacer a todas tiempo completo de golpe. No se ha hecho ninguna propuesta formal. Pero lo que refleja la carta es el sentimiento de agravio de una parte de la plantilla. Se sugiere que un sistema de promociones, como tienen en FCC, contribuiría a la unidad, pues la trabajadora sabe que con el tiempo tendrá opción a ascender y mejorar siguiendo criterios objetivos. Pero lo que hay en CLAROS es un pequeño grupo con jornada completa y una masa de trabajadoras a las que se les pone y quita jornada sin saber muy bien en base a qué criterios. Si a esto se le suman ciertas actitudes de las representantes unitarias, el panorama no puede ser más desolador.